Las tecnologías están siendo condicionadas por la evolución y la forma de
acceder a los contenidos, servicios y aplicaciones, a medida que se extiende la
banda ancha y los usuarios se adaptan, se producen unos cambios en los
servicios.
Con las limitaciones técnicas iniciales (128 kbps de ancho de banda), los
primeros servicios estaban centrados en la difusión de información estática,
además de herramientas nuevas y exclusivas de esta tecnología como el correo
electrónico, o los buscadores.
Las empresas y entidades pasaron a utilizar las TIC como un nuevo canal de
difusión de los productos y servicios aportando a sus usuarios una ubicuidad de
acceso. Aparecieron un segundo grupo de servicios TIC como el comercio
electrónico, la banca online, el acceso a contenidos informativos y de ocio y
el acceso a la administración pública.
Son servicios donde se mantiene el modelo proveedor-cliente con una
sofisticación, más o menos grande en función de las posibilidades tecnológicas
y de evolución de la forma de prestar el servicio.